Deshalb begleiten wir den gesamten Prozess der Herstellung und arbeiten ausschließlich mit eigenen Trauben und Weinen. Unser Ziel ist die perfekte Balance zwischen moderner Technologie und antiken Techniken, um qualitativ hervorragende Trauben zu gewinnen und
daraus perfekte Weine zu bereiten.
Hieraus leitet sich unser restriktiver Weinbau ab, untermauert durch eigene strikte Rechtlinien.
Die schonende Behandlung der Trauben erreichen wir dank der Arbeit durch Schwerkraft während der gesamten Weinbereitung.
Das Weingut wurde durch den Gründer Carlos Laso speziell für die Bereitung hochwertiger,
ökologischer Weine entworfen. Dadurch wird ein respektvoller Umgang mit den Trauben garantiert, sowie die Einhaltung unserer strikten Richtlinien. Das Weingut arbeitet Energie-und Temperatureffizient, und minimiert zusätzlich die Abfallentwicklung.
Die Entscheidung über das Traubenmaterial trifft unser technischer Direktor und Önologe. Da er die komplette Wachstumsperiode begleitet hat, entscheidet er welche Rebsorte wann geerntet und für welchen Wein verwendet wird, abhängig vom Weinberg und der Qualität des Jahrgangs.
Der Önologe entscheidet über die geeignete Weinbereitungstechnik für die ausgewählten Trauben. Anschließend überlässt er es den autochthonen Hefen den Zucker in Alkohol umzuwandeln und dabei weitere Verbindungen entstehen zu lassen, welche unsere Weine so unverwechselbar machen. Unsere autochthonen Hefen übernehmen eine wichtige Rolle und geben unseren Weinen einen eigenen Charakter. Wir lehnen den Einsatz von Industriehefen ab.
Nuestros vinos monovarietales reflejan las variedades autóctonas en nuestra tierra. Producidos en cantidades limitadas, cada botella refleja la dedicación y el esmero en seleccionar las uvas más genuinas y representativas, garantizando una experiencia singular y memorable.
La etiqueta de cada vino cuenta con un símbolo único inspirado en la escritura íbera, un homenaje a la rica historia de la región y la proximidad de nuestra finca a un antiguo poblado íbero. La elección de este símbolo no es casual. Con un toque de imaginación, verás que este diseño alude a nuestro concepto de «monovarietal»: una (1) única uva (0). Esta representación gráfica encapsula nuestra filosofía de cultivar y vinificar una sola variedad de uva, permitiendo que cada sorbo exprese la pureza y la singularidad del terroir.
Nuestros vinos monovarietales reflejan las variedades autóctonas en nuestra tierra. Producidos en cantidades limitadas, cada botella refleja la dedicación y el esmero en seleccionar las uvas más genuinas y representativas, garantizando una experiencia singular y memorable.
La etiqueta de cada vino cuenta con un símbolo único inspirado en la escritura íbera, un homenaje a la rica historia de la región y la proximidad de nuestra finca a un antiguo poblado íbero. La elección de este símbolo no es casual. Con un toque de imaginación, verás que este diseño alude a nuestro concepto de «monovarietal»: una (1) única uva (0). Esta representación gráfica encapsula nuestra filosofía de cultivar y vinificar una sola variedad de uva, permitiendo que cada sorbo exprese la pureza y la singularidad del terroir.
Falcata es el nombre de una legendaria espada íbera utilizada por los poblados de la península ibérica (España y Portugal) para combatir a los romanos alrededor del siglo IV antes de Cristo.
Esta espada no solo era un formidable instrumento de guerra, sino también un símbolo de distinción. Los artesanos la forjaban a medida del brazo de cada guerrero, convirtiéndola en un arma profundamente personal e intransferible. Tan preciada era la falcata que, al fallecer el guerrero, se enterraba junto a él.
La finca Casa Gran se encuentra al sur de la montaña llamada Bastida, en cuya cresta reposa un antiguo poblado íbero. Al elegir «Falcata» como marca para nuestro vino, no solo rendimos homenaje a la finca, sino también a la rica historia y la cultura del lugar.
La etiqueta de nuestro vino representa una falcata clavada en un suelo cubierto de hierba, con un ave local de vivos colores posada sobre ella. Esta imagen evoca una conexión entre el pasado y el presente, simbolizando la recuperación de la biodiversidad en nuestra finca.